miércoles, 24 de enero de 2024

LOS CAÑADUZALES: Un poema para el norte del Cauca. Presentado en el 4° Festival de Poetas al Viento en Medellín, Colombia 2020

 

En su extenso verde artificial

No hay insectos, pájaros o árboles

Extinguidos están los robles y los guayacanes

Los sonidos de los petirrojos, los búhos, las lechuzas

La sonoridad natural del día

La sonoridad natural de la noche.

 

En los cañaduzales no hay ríos con aguas transparentes

Ni aromas de flores, ni jardines,

Ni plataneras, frutales o cacaotales.

 

De los cañaduzales hasta el viento se ha marchado

Y ha quedado la tierra reseca, muy reseca

Con millones de cañas ya resecas

Que combaten su resequedad

De una red de riego maloliente, que reseca al gran Cauca, a los aljibes, a las madreselvas. Últimas gotas de la vida.

 

En los cañaduzales no hay parques, lugares de descanso o rutas para peatones.

Los pueblos permanecen allí, atrapados, encerrados

Con las cenizas de la quema de la caña entre sus techos. Grisáceos, dormidos, olvidados.

 

En los cañaduzales encontré una vez una serpiente

Y luego caminado encontré muchos cadáveres, hornos, brujas, aquelarres…

Y motores aun incinerándose, ocultando el mal.

 

En los cañaduzales una vez un tiroteo

Y la ley enfrentada a los bandidos

Y los bandidos alejados de su escuela, su casa, sus familias.

 

En los cañaduzales una vez una protesta

Y la ley dispersando a los protestantes, despojándoles en su carrera de todos sus derechos.

 

En los cañaduzales Puerto Tejada, presente. Santander de Quilichao, presente. Caloto, Corinto, Miranda y Buenos  Aires, presentes. Padilla y Villa Rica, Presentes.

 

En los cañaduzales más de un millón de almas condenadas, millares de especies ya extinguidas, animales sin hogar. En los cañaduzales todo el rostro de la desigualdad presente.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario